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¿Cuál es la temperatura normal de un perro?
Una temperatura rectal de 38-39°C se considera normal para un perro adulto. Por tanto, la temperatura media de un perro es de 38,5°C. En el caso de los cachorros, la temperatura corporal normal varía ligeramente entre 37,5 °C y 39,2 °C.
Si el termómetro indica una temperatura inferior a 37,5 °C o superior a 39,4 °C, el perro debe ser llevado inmediatamente al veterinario, ya que su vida podría correr peligro.
Al igual que ocurre con los humanos, la temperatura corporal de un perro puede variar a lo largo del día, aumentando entre la mañana y la noche. Este fenómeno natural se debe a la temperatura ambiente y/o a la actividad del animal.
¿Cuándo hay que tomar la temperatura al perro?
Al nacer, la temperatura corporal de un cachorro es de sólo 28-30°C; en 24 horas, sube a 34-35°C, y después aumenta una media de un grado a la semana, hasta alcanzar unos 38,5°C al cabo de un mes. Sin embargo, los cachorros no son capaces de termorregularse hasta los 45 días de vida. Necesitan el calor de su madre.
¿Cuándo hay que preocuparse y consultar al veterinario? Si la temperatura corporal de su perro es inferior a 38 °C, está sufriendo hipotermia. Puede tratarse simplemente de un descenso debido a las bajas temperaturas. Intenta darle calor y comprueba si se despierta.
¿Cómo se toma la temperatura de un perro?
Si, a pesar de varios intentos, no eres capaz de tomar la temperatura a tu perro, debes consultar a un veterinario, que se hará cargo de tu perro y te explicará qué hacer.
En cualquier caso, la consulta es necesaria si tu perro tiene fiebre. Olvídese de los termómetros de llama: esta medición es totalmente inexacta debido al pelaje de nuestras mascotas.
¿Cómo se toma la temperatura de un perro sin un termómetro?
La única forma de obtener una imagen precisa de la temperatura de un perro es tomarla con un termómetro rectal electrónico. Evite los modelos antiguos, ya que contienen mercurio y pueden romperse si el animal forcejea.
Asegúrate de tener en casa un termómetro digital, preferiblemente blando, para poder tomar la temperatura a tu perro. También es importante crear un entorno tranquilo en el que el perro se sienta confiado y no se agite demasiado.
Evite que su perro se estrese o se excite innecesariamente
Tomar la temperatura a su perro es un comportamiento intrusivo que puede suponer una verdadera agresión para él. La situación ideal es la calma. Por ejemplo, evite que haya demasiada gente en la habitación. Acérquese al perro y acarícielo para que coja confianza. Pide a alguien cercano que te ayude a sujetar al perro y a levantarle la cola mientras le tomas la temperatura.
Aunque se haga con suavidad, tomar la temperatura nunca es divertido para un perro. Necesitará que le tranquilicen después. Piensa en lo que obtendrá a cambio si permanece tranquilo y callado. Acariciarle y felicitarle por su buen comportamiento le dará confianza, sobre todo cuando esté enfermo.