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Querer a un gato a veces puede resultar doloroso cuando utiliza sus dientes y garras, ya sea durante un ataque o un juego, o incluso de forma inesperada. Quizá se pregunte por qué: ¿es normal que un felino muerda y arañe, cómo puede enseñar a su mascota a ser más suave, es imprescindible la intervención de un veterinario o un especialista en comportamiento?
Este artículo revela las razones por las que su gato puede morder o arañar, y sugiere formas de prevenir y remediar estas acciones. También encontrará recomendaciones sobre cuándo recurrir a un profesional. Tenga en cuenta que su gato no es malicioso; simplemente está comunicando sus necesidades, sentimientos y límites. Una dosis de paciencia y comprensión le ayudará a reforzar su vínculo y a evitar lesiones.
Comprender los motivos de las mordeduras y arañazos
Entender por qué su gato muerde y araña es el primer paso para corregir este comportamiento. En general, este comportamiento puede atribuirse a tres áreas principales: comunicación, miedo y juego.
Comunicación o comportamiento natural
El lenguaje corporal es una forma esencial que tienen los gatos de expresar sus emociones, necesidades y límites. Utilizan movimientos de las orejas, los ojos, la cola y la postura, así como vocalizaciones.
Morder y arañar puede ser su forma de decir «no más caricias», «no me toques ahí», «quiero jugar» o «déjame en paz». Es más una advertencia o una petición que un acto de agresividad.
Aprender a interpretar las señales de su gato, como pupilas dilatadas, orejas caídas, aleteo de la cola o erizamiento del pelo, puede ayudarle a evitar reacciones defensivas.
Miedo, estrés o dolor: causas ambientales y médicas
Su gato puede morder o arañar si sufre miedo, estrés o dolor, ya sea por problemas ambientales o médicos.
Los cambios en su entorno, los ruidos repentinos, la presencia de otros animales, una enfermedad o una lesión pueden ser factores desencadenantes.
Esté atento a cualquier cambio de comportamiento, como pérdida de apetito, energía o higiene excesiva. En caso de comportamiento agresivo inusual, consulte a un veterinario. Si la causa es el estrés, proporcione a su gato un entorno relajante y enriquecedor, con escondites, juguetes, rascadores y árboles para gatos.
Juego y agresividad
El juego es vital para los gatos, ya que facilita su desarrollo físico, mental y social y les enseña los principios fundamentales de la caza, la comunicación y el autocontrol.
Sin embargo, un gato poco socializado puede no saber moderar su fuerza y herirle involuntariamente durante el juego. Si juega con él utilizando las manos o los pies, puede identificarlos como presas.
Para evitarlo, utilice juguetes adecuados, como pelotas, y detenga el juego si se vuelve demasiado brusco.
Consejos para el adiestramiento
Si su gato tiene tendencia a morder o arañar y se pregunta qué hacer, existen formas sencillas de adiestrarlo sin traumatizarlo.
Exploraremos tres estrategias clave: reaccionar adecuadamente tras un mordisco o arañazo, utilizar juguetes y distracciones apropiados y aplicar consejos de aprendizaje para fomentar el buen comportamiento.
¿Cómo reaccionar inmediatamente ante un mordisco o arañazo?
Cuando su gato le muerda o arañe, es esencial mantener la calma. Evite gritar o pegar a su gato, ya que podría agravar su comportamiento agresivo. Al contrario, demuéstrele con calma pero con firmeza que su acción es inapropiada, cesando toda interacción. He aquí algunas recomendaciones:
- Diga un «ay» o un «no» firme, sin levantar la voz ni establecer contacto visual;
- Retira la mano o el pie suavemente, sin hacer movimientos bruscos que puedan despertar su instinto depredador;
- Ignóralo durante un rato, sin tocarlo, mirarlo ni hablarle;
- Colócalo temporalmente en una zona separada equipada con agua, comida, una bandeja sanitaria y una cama para tranquilizarlo.
Estos trucos ayudan al gato a comprender que su comportamiento indeseado pone fin a las atenciones y caricias, lo que le anima a controlar sus reacciones.
Juguetes y entretenimiento apropiados
El juego permite a los gatos responder a sus instintos naturales. Para evitar que su gato le confunda con un objetivo, ofrézcale juguetes apropiados y varíe las actividades para mantener su interés.
- Evite utilizar sus manos o pies como juguetes y opte en su lugar por juguetes que simulen una presa;
- Alterne los juguetes para evitar el aburrimiento y estimule a su gato con sesiones de juego diarias;
- Enriquezca su entorno con objetos como rascadores, árboles para gatos, escondites y juegos interactivos para estimular sus sentidos y favorecer su bienestar.
Los juguetes adecuados y las distracciones ayudarán a su gato a prosperar y a reforzar su vínculo, al tiempo que previenen los comportamientos agresivos.
Métodos de aprendizaje
Una educación eficaz se basa en el refuerzo positivo, que consiste en recompensar los buenos comportamientos y minimizar la atención prestada a los malos. He aquí algunas prácticas:
- Si su gato muerde o araña, detenga la actividad e ignórelo o aíslelo, siguiendo el método descrito anteriormente;
- Cuando su gato juegue o acepte caricias sin agresividad, recompénselo con palabras amables, caricias, golosinas o juguetes;
- Recompense a su gato cuando utilice el rascador o el árbol para gatos en lugar de atacar los muebles;
- Estimule los signos de apaciguamiento de su gato, como el ronroneo o el amasamiento, con recompensas afectuosas.
Aplicando estos principios de aprendizaje, ayudará a su gato a asociar comportamientos positivos con reacciones agradables y a evitar acciones indeseables, para una mayor armonía en el hogar.
¿Cuándo buscar ayuda profesional?
Ha seguido nuestros consejos sobre adiestramiento y reprimenda, pero su gato persiste en morder y arañar de forma excesiva e imprevisible.
Este comportamiento puede esconder un problema potencialmente más grave, que requiere los conocimientos de un profesional. Le ayudaremos a detectar los signos de agresividad anormal en su gato y le mostraremos cómo obtener ayuda de un veterinario o un especialista en comportamiento.
También hablaremos de la importancia de la socialización y la intervención conductual para prevenir y tratar estos trastornos.
Identificación de los signos de agresividad patológica
La agresividad en un gato puede ser simplemente un medio de comunicación, una respuesta al miedo o un elemento de juego.
Sin embargo, cuando la agresividad se vuelve intensa, repentina y sin ninguna causa evidente, puede ser el signo de un desequilibrio hormonal, neurológico o psicológico.
Su gato puede atacar a su dueño, a otro animal o incluso a un objeto sin previo aviso y sin mostrar ningún comportamiento tranquilizador. También puede automutilarse.
Este tipo de comportamiento puede ser indicativo de enfermedades como hipertiroidismo, epilepsia, rabia, leucemia felina, VIF, o trastornos del comportamiento como ansiedad, depresión o esquizofrenia.
Si observa alguno de estos comportamientos en su gato, es esencial que consulte inmediatamente a un veterinario, ya que puede tratarse de una urgencia médica o de comportamiento.
Ayuda de un veterinario o conductista
Un veterinario es el mejor profesional para evaluar y tratar la agresividad anormal de su gato. Puede realizar un examen clínico completo y análisis de sangre para identificar cualquier enfermedad subyacente y sugerir el tratamiento adecuado.
También puede recomendarle un especialista en comportamiento animal. Este especialista podrá examinar las causas psicológicas de la agresividad de su gato y sugerir estrategias personalizadas. Puede aconsejarle sobre el entorno, la dieta, las actividades lúdicas, la esterilización, la socialización y las intervenciones conductuales de su gato.
Puede establecer un programa de reeducación para fomentar el comportamiento positivo, la desensibilización y el contracondicionamiento, de modo que su gato se vuelva más tranquilo, confiado y sociable.
Socialización y terapia conductual
La socialización y las intervenciones conductuales desempeñan un papel importante en la prevención y el tratamiento de la agresividad patológica en los gatos.
La socialización consiste en acostumbrar a los gatos a diferentes entornos, ruidos, personas y otros estímulos desde una edad temprana, fomentando así la adaptabilidad, las habilidades de comunicación y el autocontrol, al tiempo que se reduce el estrés y la ansiedad. Un gato correctamente socializado tiene menos probabilidades de adoptar comportamientos agresivos en la edad adulta.
Las terapias conductuales, utilizadas por propietarios, veterinarios o conductistas, se basan en estímulos positivos o negativos para fomentar ciertos comportamientos y suprimir otros. Las técnicas incluyen la terapia de juego, las caricias, la terapia del clic y la terapia con feromonas, con el objetivo de fomentar las actitudes deseadas en el gato y limitar o suprimir los comportamientos indeseables.
Si se enfrenta a un gato que actúa de forma agresiva mordiendo o arañando, es esencial comprender y controlar estos comportamientos. Hemos examinado primero las posibles causas, luego los métodos de adiestramiento y cuándo buscar ayuda profesional. He aquí los puntos clave que conviene recordar:
- Los gatos expresan sus sentimientos, deseos y límites mediante mordiscos y arañazos, que son su forma de comunicación e incluso de juego;
- Es esencial comprender el lenguaje corporal de su gato. Respeta sus advertencias, estimúlalo con juguetes adecuados y recompensa su buen comportamiento con golosinas;
- Mantenga la calma cuando su gato le muerda o arañe. Exprese su desaprobación con un «no» firme y ponga fin a toda interacción. Evite los castigos físicos o verbales;
- Un gato inusualmente agresivo, vivaz e imprevisible puede ser signo de una complicación médica o psicológica que requiere la consulta con un veterinario o un especialista en comportamiento felino.
Si sigue estas recomendaciones, fomentará una relación más armoniosa con su compañero felino y evitará lesiones. No deje que el problema empeore: ¡tome la iniciativa!
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